Hoy os vengo a compartir un corto vídeo publicado por Negocios y Emprendimiento que nos trae una enseñanza muy poderosa:

Una historia para reflexionar sobre la importancia de dar lo mejor de nosotros en cada cosa que hacemos, porque siempre cosechamos lo que sembramos.

Créditos

Créditos

  • Guion: Javier Díaz
  • Animación y producción: Matius Cruz
  • Voz: Bayron Bocanegra

Vídeo

Contenido del vídeo

Juan era un hombre muy trabajador. Había pasado los últimos 30 años de su vida trabajando arduamente para una empresa constructora y estaba emocionado porque en solo tres meses por fin iba a jubilarse.

Un día, su jefe lo llamó.

Entusiasmado, se dirigió a su oficina pensando que iba a felicitarlo por tantos años de trabajo.

-Jefe, ¿mandó usted a llamarme? (Dijo Juan).

-Si, es correcto. Tengo entendido que pronto te vas a jubilar, pero hay un proyecto del que quiero que te hagas cargo. Necesito que me construyas una casa. Aquí están los planos. Quiero que la hagas conforme a este diseño... ¡No quiero que falte nada!

-Pero señor, replicó Juan. Este proyecto me tomará casi un año y yo me voy a jubilar en tres meses, le explicó.

-Lo sé, pero este es un proyecto muy importante y quiero que tú lo líderes. ¡Sé que harás un buen trabajo! (Dijo el jefe para cerrar la conversación).

Juan tomó los planos y salió molesto de la oficina porque, en lugar de palabras de agradecimiento, había recibido más trabajo y sus planes de jubilación se habían afectado.

-¡Pues lo haré!, dijo para sí mismo... ¡Pero voy a utilizar materiales de segunda, no me voy a esforzar mucho, haré lo que pueda, y así me quedará dinero para mí!

Las columnas las hizo sin mucho esmero, usó materiales baratos y de baja calidad. En toda la edificación de la casa utilizó materiales no acordes a la estructura y solo se preocupó por hacer una bonita la fachada para engañar a su jefe. Su objetivo era terminar el proyecto lo más pronto posible y al menor costo para así poder irse a disfrutar su jubilación.

Cuando terminó la casa, se presentó su jefe para revisarla. Miró la fachada de arriba a abajo y se dirigió a él con estas palabras:

-Excelente Juan. La casa ha quedado muy bella. Tal y como lo esperaba, has hecho un gran trabajo… y en menos del tiempo estimado. ¡Toma las llaves! ¡Este es tu regalo por todos los años que me has servido con tanto esfuerzo, compromiso y dedicación!... ¡¡¡Esta es tu casa!!!

Reflexión

¿Cómo crees que se sintió Juan al escuchar las palabras de su jefe?

Él, lamentablemente, cosechó lo que había sembrado...

La Vida es un boomerang y todo regresa a ti... Porque el primer cliente que tienes es tu integridad, y no hay mayor satisfacción que la de saber que has dado lo mejor de ti en cada cosa que has hecho.

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