Estudios realizados por el Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad revelan que casi el 53% de los usuarios de teléfonos móviles tienden a sentir ansiedad cuando "pierden su teléfono móvil, se les agota la batería, el saldo, o no tienen cobertura en la red", explica Marina Dolgopol (directora de CEETA en España).

Adictos a la tecnología
Durante estos años se han estado creando y utilizando términos como la nomofobia:
Miedo irracional a estar sin el teléfono móvil
Han surgido definiciones concretas y diferentes formas de describir las dependencias a las actuales tecnologías que han estado emergiendo durante este siglo. ¿La razón?

El impacto en la sociedad.



El problema no viene de revisar las aplicaciones, el problema viene de hacerlo continuamente y generar una manía constante de ello. Tú puedes hacer uso de las redes sociales. Pero ten cuidado...
 
Porque las redes sociales pueden utilizarte a ti más de lo que tú les utilizas a ellas.
 
Si entras muchas veces a lo largo del día, te pasas una gran cantidad de tiempo en estas redes sociales, o estás deseando que te llegue una notificación nueva... Lo más probable es que tengas una dependencia.

Y, al menos que tu trabajo dependa del uso de redes sociales, no es bueno que hagas un uso continuado de estas.

Puede que tengas rituales repetitivos y aparentemente inofensivos que estén limitando tu vida sin que te des cuenta.

¿Cómo sé que tengo una dependencia?
Si cumples con alguna de las características, es muy probable que tengas dependencia al teléfono móvil o a las redes sociales:
  • Revisas continuamente tus redes sociales (WhatsApp, Instagram, Twitter, Facebook...).
  • Tienes el dispositivo siempre cerca de ti, y lo llevas contigo a casi todos los lados (incluido el cuarto de baño).
  • Comes con el móvil.
  • Síndrome de la vibración fantasma (Sentir que tu móvil vibra, y cuando compruebas las notificaciones, te das cuenta de que esa vibración ha sido producto de tu mente y no se ha producido en realidad).
  • Síndrome de abstinencia cuando no tienes el móvil cerca.



Aun así, te recomiendo que hagas el siguiente ejercicio:
  1. Pon tu móvil en modo avión durante 1 hora entera.
  2. Apunta en una lista las veces que has tenido ese impulso de coger el móvil para mirar tus notificaciones, redes sociales, …
  3. Aplícalo a todo lo demás.
¿A qué me refiero con 'aplícalo a todo lo demás'?
Yo, por ejemplo, sabía que no tenía nomofobia (que, recordemos, es el miedo irracional a estar sin el teléfono móvil), porque casi nunca utilizaba mi teléfono móvil.

PERO...

En mi caso personal, hace mucho tiempo descubrí que hacía un mal uso de mi teléfono móvil. Continuamente, habría las ventanas de WhatsApp y de Instagram desde mi ordenador, para ver los mensajes nuevos que tenía.

No detecté lo intensa que podía resultar esta manía que tenía hasta que deshabilité la opción que me permitía hacerlo, desde entonces soy mucho más consciente del peligro que puede suponer tener las cosas cada vez más cerca. Por eso y ante todo, hazte un autodiagnóstico. Examina tu situación y haz el ejercicio que te acabo de plantear, porque... Tener una dependencia nunca es bueno.

Inconvenientes de estas dependencias
Conozco a gente que reconoce que son adictos al móvil y son conscientes de lo perjudicial que puede llegar a ser, pero no dan su brazo a torcer para dejar esa adicción. Mi pregunta es ¿Por qué no dejar esta adicción atrás? Habrá gente que crea que todo esto es una exageración, pero la evidencia está muy clara:
Revisar tu dispositivo hace que dediques tu energía y tu tiempo en algo completamente superfluo,
ergo
tu energía y eficiencia diaria serán significativamente menores.
Tendrás menos ganas de hacer las cosas, menor iniciativa y tendrás más probabilidad de desarrollar problemas de atención e insomnio. Entre los problemas más importantes, generarás un síndrome de abstinencia que no te permitirá mantenerte concentrado en lo que estés haciendo.

¿Buscas una solución?

Modo avión: El superpoder que muy pocos utilizan
Es así de simple: Si tienes una adicción, desintoxícate. Coge tu teléfono y ponlo en modo avión, ¿Esperas una llamada importante? Silencia tus aplicaciones y contactos que no sean importantes y deja activadas solo las notificaciones importantes.

Pero si quieres ir más allá, activa el modo avión.

Prueba a hacerlo, intenta utilizar el modo avión durante 1 o 2 horas, y apunta en una lista las veces en las que has tenido la mínima tentación de volver a coger tu teléfono para revisar tus conversaciones o mensajes. Intenta resistir y, si no puedes, ponte una meta progresiva. Empieza con 30 minutos hoy, y mañana sigue con 1 hora.

La idea no es mantenerte descomunicado, la idea es destrozar estas dependencias. Porque sí, la tecnología es buena, pero cuando se abusa de ella o no se la utiliza de la forma adecuada pueden limitarnos.

No te estoy diciendo que mantengas el modo avión durante todo el día (que si lo haces, enhorabuena), pero sí que por lo menos tengas 1 hora al día para ti solo, en la que nadie pueda molestarte, en la que estés aislado completamente de cualquier mensaje o notificación, porque...
Tu mente lo va a agradecer.
Y, recuerda...

Activar el modo avión te permite volar.